AMRITA (Squirting)

Estaba como muchas veces disfrutando de un Chaí latte que había ordenado mientras él se iba de mi lado, pero esta vez los más de 4000 años de historia de cultura oriental y mi gusto por la India me estaban brindando la oportunidad de desconectarme y dar sabor a ese momento especial que había buscado por años. 

Así que después de su huida, retome mi lectura feminista e imagine que un día pudiera disfrutar de este elixir  y que me traigan a mi la cuenta, porque quiero disfrutar los postres que me ofrecen las entrepiernas. Quería igualdad en todos los aspectos, no más lágrimas, adiós huella de abandono.

Así que termine la taza impecablemente blanca, sin saber que en menos de dos horas sería tan franca y mi mente estaría en el mismo color. El feminismo me resonó en la cabeza, comprendí que debía amarme tal como era y que eso no dependía de que tan depilada estaba, de si mis tetas eran o no lo suficientemente grandes o mi culo no era tan perfecto como uno que mire entrar al café mientras leía, porque no puedo mentir he visto muchos culos y hay unos hermosos.

Le escribí a otro, sinceramente buscando la compasión de un hombre. Luego me di cuenta de que yo quería ser igual a ellos, quería poder decir libremente - ¡Tengo ganas de sexo!- y no era egoísta pues quería placer para ambos. Necesitaba reafirmar que era atractiva, porque sí, a veces no me sentía así. Mi yo pre-feminista no alcanzaba a ver que tenía que asumir el riesgo y  entender que mis orgasmos no son responsabilidad de ellos, y que tenía que disfrutar mi vagina por ser mía, que si el se corría yo podría hacerlo también.

  "Y él solo respondió, nadie que te deje con la palabra en la boca merece tu atención"

Es increíble como he aprendido de sus diferentes masculinidades, más allá de la tradicional. No tenía idea que se daban cuenta de que valíamos, que no todos estaban cortados con la misma tijera. 

 Ahora estoy a favor del placer, entendí que para mí los orgasmos falsos se acabaron, lo que hizo que vinieran los auténticos y todo dejo de ser falocéntrico. 
"Mi nuevo mantra: tengo que satisfacer mi deseo como mejor me plazca" 

Ese día todo era blanco, su auto blanco arribo cerca de la fuente y yo me acerque tan relajada. No tenía ninguna expectativa sobre lo que pasaría y ya saben su aroma aún esta en mi memoria. Contrario al otro, me escuchaba, ¿hay algo más sensual que un hombre que te pone atención y conversa con interés real? sabes cuando lo que quieren es llevarte a su cama. Pero cuando eso ha quedado claro, se conecta de otra forma.

Sabes cuando encuentras a alguien con tu mismo deseo sexual, creo que se siente. Sus caricias y sus besos trastocan mi piel, no es necesario saber que me ama porque vivo justo el momento y las sensaciones cada segundo. No estoy pensando si se enamorará de mí, solo respiro de cerca la mezcla de sus hormonas sobre su cuello y permito que mi piel se llene de su calor. La primera vez a media luz, se entrego al deseo, yo no podía dejar de ver esos labios que jugaban a morderse frente a mis ojos. Quisiera saber lo que pasaba por su mente, su aliento sugería algunas copas y de pronto comenzó a decirme que necesitaba sentirse amado también. Que raro, saber que ellos se sienten igual que nosotras, eso creo que fabrico una complicidad inagotable hasta hoy.

Le quite suavemente la camiseta blanca que cubría su pecho, para descubrir que había colores en su piel y que marcaban las huellas de un amor que dolía tanto como el mío. Pero su piel y la mía se necesitaban, él me despojó de mi pantalón enorme corte hindú y de mi verde olivo blusón. Esa pudiera ser la primera vez que no llegue al hotel emperifollada para el sexo, creo que estaba mucho más preparada en mis entrañas y lo demás era irrelevante.
Lo tocaba con las yemas de los dedos y el a su vez se pegaba a mis senos respirando y sintiendo el ritmo de mi corazón, solo dos minutos bastaron para conectarnos y que todo fluyera como nunca antes con alguien. El quería adoptar la posición clásica, pero yo me escape y rodé por la cama para hacerlo desear más, cuando me quito las pantaletas mire una sonrisa de satisfacción y sé que no me perdonará que lo quitará de mi vagina, a esas alturas no estaba acostumbrada a recibir placer.

El sexo entre nosotros siempre es un juego constante de caricias, besos, de pulsaciones y respiraciones profundas. No voy a hablar de su tamaño, baste con decir que cuando entro en mi sentía el pulso de mi corazón y el suyo, han oido del abrazo yab-yum bueno otra enseñanza del tantra. De pronto, todo al rededor comenzó a levitarse. sus manos, las mías podían tocar cualquier parte de nuestros cuerpos terrenales y ninguno estaba dispuesto a negarse. Mis pezones erectos sostenían su deseo de seguir penetrándome, sus manos me recorrieron toda, apretaba mis glúteos contra sus caderas, no se por cuanto tiempo paso pero debió ser bastante. Estaba tan relajada, tan auténtica, y la textura de las sábanas blancas tan frías en contraste con el calor de nuestros cuerpos se sentía genial.

Se levanto y cambio las luces, aún recuerdo el recuadro en el techo iluminado por múltiples leds que solo puedo relacionar con el número de estrellas que podía ver sobre sus hombros, mientras entrecerraba los parpados para escuchar sus sensuales palabras, que me decían ¡disfrútalo! Usamos más de diez posiciones y parecía perderse la concepción del espacio, y aparentemente de la fuerza del acto también, porque lo que yo sentía suave y delicado empezaba a dejar zonas enrojecidas en mi piel. Reafirme las siluetas de sus tatuajes con mi lengua, pero su boca me llamaba más y mis uñas estuvieron a punto de quedarse en su espalda. 
 Es la combinación de sus caricias, sus manos dentro de mí, (primero su dedo índice, y luego acompañado del medio, podría decir que los amo entrar y salir) y sus besos pasionales como yo les puedo dar a más hombres hicieron que dejará que sumergiera mi senos completos en su boca y los apretará entre sus labios mientras no paraba de hurgar en mis profundidades.
 De pronto, inesperadamente sentí esos deseos de orinar, y quise parar como lo había hecho cientos de veces. Pero eso solo se consigue cuando los dos egos se disuelven y eso paso, el no me dijo que esperaba nada de mí, y yo decidí no fingir.  Había oído hablar de ello, es más hasta me había esforzado por aprender la técnica, pero siempre estaba presionada a cumplir ese objetivo.
 Mientras mi vagina se contraía más su palma se lleno de un blanco espeso que sentir salir de donde siempre, era una sensación indescriptible. Pero no termino ahí, porque sentir su respiración acelerarse y el calor de su pene rozar mis caderas mientras el solo se enfocaba en darme placer y mirarme ahí postrada esperar el momento en que se detuviera. Ingenua de mí, no se detuvo aún cuando de pronto sentí un calor bajar desde mis senos a las caderas y de pronto salió ese elixir sagrado que los hindúes llaman

Amrita, que de sánscrito se traduce como "sin muerte" y es que es eso llegar a ese estado de conciencia, en el que es imposible parar. Pensé que la meseta sería corta, pero parecía tormenta eléctrica no cesaba en mis glándulas de Skene. No podía creer lo que estaba pasando, había llegado a pensar que no era real, que era idealización del porno. Pero se los digo, es real, no es orina, no huele, no sabe, y no se puedo parar una vez que empieza.

Ahora se porque hay mitos que hablan de él como fuente de la eterna juventud. Por que eso me devolvió la libertad en un cuerpo que había sido usado como fuente de placer para alguien más y ahora era una fuente literal.

No es que tuviera que, eyacular alguna vez en mi vida, ese día no estaba pensando en las exigencias que traigo encima. Tampoco es totalmente cierto que se acompaña de orgasmo, estaba excitada pero cuando el deseo mirarlo, no me sentí tan a gusto me había convertido en una mujer diferente, una a la que idealizarían si decía que podía "esquirtearse", mis partes estaban tan hinchadas y juro que tengo compasión de quien tuve que limpiar tal desastre.

Pero recuerdan que les dije lo a gusto que nos sentíamos, por ahí debe estar la foto del hallazgo científico que fue motivo de orgullo para ambos, porque no es fácil llevar a una mujer a eso y para mí, significo la liberación de mi placer para siempre. Aunque yo si calificaría ese momento como la muerte de la mujer que no se permitía ser ella misma. 





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