EXPERTO SODOMITA (Sexo anal)
Como todas y aunque lo niegue tengo un prototipo de hombre que me vuelve loca, él mío necesariamente tiene que oler bien, pero esa vez, juró que fue la única vez que no recuerdo su aroma.
Fue producto de un match más en Tinder, pero cuando mire sus ojos puedo decir que me perdí en ellos. Ya sé que no puede ser así, debería dejar de ser tan fácil. Como explicar que su hermoso y delicado mechón de canas es por demás sexy y sensual. Es mejor saber que esta vez no estaba con un veinteañero como acostumbro, esta vez se igualaba a mi altura. Él sostiene que ya lo había dejado plantado, la verdad es que recuerdo poco, seguramente elegí a alguien más noches atrás. Pero esa era una de las veces en que me permito decir, ¡Necesito una cogida! o eso escribí y lo hizo llegar.
Desde que lo vi, fue una indescriptible sensación a primer olfato. Adivine, ¿Qué llevaba puesto? es correcto, el afamado vestido entallado color negro con botas altas y todo hacía juego con mi conjunto negro a encajes, que es completamente seductor y que amo sentir por su textura con lycra que se pega a mi piel y a la vez es delicado. Por ser época de calor no llevaba más, igualmente sabía que no duraría mucho sobrepuesto, pues cuando me subí a su auto, pude sentir que eso no terminaría tranquilamente.
Confieso que para mí es perfecto de pies a cabeza, es sensual, enigmático, sexy, pero no vulgar, lo miras y jurarías que es un hombre muy serio. Sus manos son lo suficientemente grandes para sostener mis senos cuando estoy de espaldas, sus labios son carnosos, sus ojos tienen el mismo brillo que los míos, pero su sonrisa, esa es tan cruel.
Cuanto miedo me causa cuando sonríe y cuando habla con ese tono tan peculiar de su voz, que lo que me pida se lo doy, sería como negarle un dulce a un niño. !No podría!
Cuando subí a su auto, llevaba unos lentes negros que lo hacían parecer mucho más misterioso, recuerdo que nos ambientaba Soft jazz. Han sentido eso, cuando sabes que hay química pero te dices, es solo sexo casual, solo eso. En cuanto subí sentí claramente su mirada en mis piernas y en mi trasero, lo note mientras el se arranco a una muy buena velocidad, y justo en ese instante puse sus manos en mi entrepierna y le permití sentirme mojada, excitada, él tímidamente puso sus dedos hasta mi vulva. La verdad es que no se si fueron las notas especiadas de su perfume, o el calor de su miembro que a estas alturas ya había tocado y sentí realmente animado.
"Me dijo, mira hacia atrás, traje unas cosas como condones. Y yo mire una maleta coqueta, dije !sí, me parece bien ( por dentro decía,me vale madre, cógeme)!. Sí, la verdad así soy"
Son irrelevantes sus palabras cuando lo que quiero es coger. No soy la típica a la que le tienes que hablar bonito para que te deje ver sus tatuajes, soy así temperada y ya. Comente que esa música me gustaba de más, y afirmo con la cabeza. En ese momento su aroma me hizo levantar los hombros y dar medio giro a la cabeza como si me preparará para una tarde a media luz inolvidable.
Lo siguiente que recuerdo es que no sabíamos ni a donde íbamos, porque yo no pude resistir y a menos de un kilómetro ya había explorado su pene. Si en efecto, ya estaba listo. No hace falta recordarles que soy fan del sexo oral y después de incorporarnos a carretera no soltaba su pene mientras planeaba como lo sumergiría hasta mi garganta y sabía que me encantaría su sabor.
Yo solo escuchaba, !Para y dime a donde vamos! No puedo controlar el volante si sigues haciendo eso. Pero ya saben, lo que hace una mujer como yo no pararía. Además eso le añadía más excitación y su miembro si que estaba grueso.
Supe que algo sería diferente cuando al llegar al hotel el me dio una pequeña nalgada y me dijo que tenía un lindo trasero. Tras quince minutos de una preparación erótica con esa música que ya me había remontado al porno soft y más natural. Mi monte de Venus comenzaba a tornarse rígido y sabía que eso estaba por humedecerse a morir.
Pero cuando ingresamos a la habitación, me sorprendió.. Recuerdan que les dije que menciono los condones, pues fue la primera vez que alguien llevaba igual que yo, su kit de emergencia. Saben que excitante y cómodo es saber que un hombre se preparó para ti, que pensó en los detalles para entrar en ti. Creo que puede ser lo que más me puso en sintonía, saber que más de diez condones sabor cereza estaban a mi disposición y pensar que había estado con otros a quienes uno solo no les hacía importancia, ese momento me hizo pensar que había otros tipos de sexo.
Agradezco a la vida y a no se quien le enseño o le dio la lucidez para que llevara a la cama ese plug anal color morado, les juro que lo amo con todo mi culo. Entre la desnudez que le provoque al quitarle como desesperada la camisa formal que traía puesta, que casi le arranco el reloj de un jalón, y no me pregunten si traía cinturón, eso no me importaba y aparentemente no me detuvo.
Su pene es uno de los más ricos que he probado y lo digo en toda la extensión de glande a base, y hasta los testículos. Pero sabe lo que tiene, y aún así no es el tipo hombre que te avienta en la cama para ponerse de aretes tus zapatos. Es delicado, sensual, todo un caballero, es real.
Yo no soy muy afecta a las prácticas de Justina, sé que mi virtud no está en mi ano inmaculado. La verdad es que esa práctica merecía mis respetos, ningún espécimen masculino había entrado por la puerta de atrás con la ópera de Carmen. Y es que confiesen, a estas alturas se han de imaginar que pegue el grito en el cielo, pues no.
Con decirles, que las huellas en el camino se borraron, digamos que este traía su propia alfombra roja. La verdad, cuando me mostró el plug y su tamaño me negué, pero me dio confianza cuando saco su lubricante especial (recomendación permanente), me lo dio a oler, y me dijo que ayudaría a no sentir dolor.
Bueno ya estabamos ahí, claro que hubo algo de juegos. No perdonaría meter su pene a mi boca, pero no tenía nada que estimular él ya estaba listo, como se agradece que estén en el mismo modo. Así que, después de que entrará en mi y duplicara mi tamaño, estaba llorando por los labios. Sé que lo sabía, pero no soporto más y me explico que debía meter el plug poco a poco para poder domar a la fiera, o mejor dicho dilatarlo para que no me entrará con dolor. Wow! mi parte de sapiosexual se hizo presente y lo mire como si estuviera explicandome alguna teoría económica que es mi pasión. Es verdad, le puso un condón al plug, y yo pensé -! que maravilla!, ahí supe que estaba con alguien que se preocupaba no solo por su salud, si no que me cuidaba hasta en los pequeños detalles. La verdad más que abrirle las piernas, le entregue mi clítoris y todos saben que eso solo significa una cosa.
Regalarle mi interior ¿les parece? para que brevemente nos fusionaramos y perdieramos la costumbre de robotizarnos. Lo que trato de expresar es lo grueso que era su pene y que no podía enfrentar que no cabría en mi inexperto agujero. Tenía miedo, !no!, pánico, es el pene más grueso que había visto y ahora estaba ahí con el trasero lleno de un plug enorme que me estaba calentando más que el ano, sus dedos sumergidos en mi vulva y nunca olvidaré lo duro y erecto que estaba. No podría decir que estaba excitada, estaba asustada de como le diría que no, o si las lágrimas rodarían por mis mejillas mientras me "bautizaba".
Pero en ese momento escuché la frase mágica !Confía en mí, sé como hacerlo! ¿Qué les puedo yo decir? después de sentir sus manos, mire el cielo, las estrellas y hasta mi futuro cuando saco el plug de mi ano y de pronto su pene erecto me entro suave y caliente, la vagina se me lleno de lubricante extra y escuchar su respiración detrás de mi oído fue de las cosas más excitantes que he vivido en mi lista sexual.
4 de 5 estrellas, y él no podía parar, seguía teniendo la misma dureza del principio, estaba bañado en sudor, y se poso con las piernas abiertas sobre mi dorso mientras jalaba mi cintura hacia sus caderas. Lo mire a los ojos y de nuevo su sonrisa, - !Ves, te dije que sí te entraría! - fue la única vez en la que yo estaba más de ida que de vuelta y su aroma, toda la habitación estaba impregnada.
Mentiría hasta los dientes si les cuento sobre la penetración vaginal, y es que no la recuerdo, se que fue múltiple y con fuerza brutal. Pero no fue lo me hizo sentir, yo nunca voy a olvidar que el sexo sodomita puede no doler, nada de estarse horas en agua caliente, ni de respirar y ponerse tranquila, la clave está en que la hagas confiar en ti.
No me dio sus dedos a chupar, poco me toco la boca, fue más todo caricias y buenos hábitos. Es posiblemente el hombre más limpio y delicado que he tenido entre mis piernas, o dentro de ellas. Lo consentí con una muy buena limpieza de semen y le ayude a terminar lo que no podía solo y ¿quien soy yo para negar esa ayuda?
Ni un solo beso fue necesario, no recuerdo jamás que nuestras bocas se rozarán, pero agradezco tanto que me enseñará a relajarme, por que el sexo es eso, dejarse fluir.
Creo que fueron dos polvos los que aguante, después me platico que se veía cuál letra "O" cuando entraba y salía de mis entrañas, me ha platicado muchas cosas sobre esa vez, pero la verdad es que esa parte de mi vida estaba volando, ahora sé lo que es salirse de su cuerpo y extasiarse.
Sí alguien me hubiera dicho que lo hermoso de su arte, lo pude distinguir desde que lo olí. !No lo creería! Cuando me despedí, repase con los dedos mis labios, para recordarle que le encanta estar ahí. Y a mi que lo esté. Cuando llegue a mi casa, lo confieso, le dedique un estado que decía... !Mi vagina te agradece, pero mi culo es el más feliz¡
Luego les cuento por que le llamo mi experto...
Sublime...
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