KITTEN
Justo antes de entrar a la universidad, pensaba en como sería mi primera vez. Algo me decía que sería suigeneris.
Yo de por sí por algunos era considerada inalcanzable, nunca supe por que. Si era la típica nerd, virgen y que no tenía éxito en el amor. Siempre pensé que no era atractiva, que debía estudiar mucho para comprar un hombre sexy para mi, los veía como objetos.
Sin embargo, entre más tiempo pasaba me acercaba más a la imagen de una suicide girl. Entre los tatuajes de mis brazos, la perforación en el ombligo, las tres en la nariz, la vaginal, y mis cabellos siempre de colores me había vuelto un prototipo. El único porno que veía era el hentai, eso explica la agudeza y armonía de mis gemidos en estos tiempos, aprendí de las mejores.
Tenía dos sueños fetichistas, de los cuales solo uno cumplí. En una publicidad de un toquín de la prepa Fresno que me dieron un fin de semana común en el tianguis de El Chopo (me vi bien chilanga, si no sabes googlea y mira el universo underground que vivíamos ahi) además de las promos de los mocosos que ahora estarás viendo como las superstars rockeras como DLD, otros más.
En ese papel cebolla impreso a una tinta estaba mi primer fantasía, era la imagen de una chica en 4 con la cara más dulce que pudieron dibujarle, su boca era de labios gruesos en forma de corazón, su cabello estaba cortado con mechones largos y cortos, tenía algunos blancos,sobre ellos había una diadema con orejas de gato. Sus ojos estaban perfectamente delineados y las pestañas solo la hacían lucir angelical. Mientras que en el cuello tenía una gargantilla de piel, con una argolla en medio que quedaba justo en la garganta.
Tenía puesto un baby doll de piel, con encajes arriba, mientras que en los brazos lucía más de 20 tatuajes diversos entre los que se encontraba un avión de papel, una flor de loto, y una calavera, en el hombro derecho tenía un colibrí, y en los brazos tenía cintas de cuero que simulaban látigos. En el vientre se alcanzaban a percibir cintas de un corset ajustado, que terminaba en sus caderas porque en la parte de abajo traía un pequeño short de encajes que terminaba justo encima de las medias de red que estaban desgastadas de las rodillas, mientras que entre sus glúteos había una hermosa cola de gato larga que parecía salir de su trasero, el atuendo se completaba con unas botas de charol negras que parecían tener tacones altos y ella tenía una burbuja de texto que decía, !Quiero lechita!
Sin duda, cada vez que la recuerdo, pienso en el día que la encontré la llame Kitten, y empecé a recordarla en los momentos en los que he deseado hacerle sexo oral a los hombres que he tenido en mi cama.
Esa tarde compre un pin que decía Yo amo el sexo oral, y lo puse en mi mochila verde militar que tenía una frase bordada por mí, a esa le siguieron, soy libre, y amo el sexo. Aún en ocasiones recuerdo a esa gatita, y pienso que algún día florecerá para mostrar sus habilidades a algún nuevo amo.
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