PUERTAS ABIERTAS

Esta mañana mientras tomo el primer café, no puedo olvidar todo lo que anoche visualice. 

Estuve ahí por muchos años, sé que muchas sabrán de lo que hablo.

-Me miraba a mi misma abriendo una
puerta tras otra tratando de encontrar mi ideal, lo que me hiciera feliz. -
Y de pronto, me sentí en una caricatura al puro estilo de mi infancia, con pocos efectos especiales, cuando aún las mujeres eramos todas rosas, listones, flores y animalitos cantando a nuestro alrededor. Me vi a mi misma con el vestido azul cielo y los listones blancos colgados de mi espalda, mientras no podía decidir que medias usaría, sabía que me haría falta una especie de liguero; cuando lo pensaba tocaba mi cabello rojo carmín cuidadosamente levantado en una coleta alta coronada por un listón tan blanco como el último semen que vi caer.
Y es que siempre me gusto mirarme desnuda en el espejo, no puedo describir la sensación de placer y excitación que puedo llegar a sentir cada que veo esa cintura, mis senos desnudos y que decir de mi piel cuando me siento algo más que sensible.
De nuevo y como muchas veces, alguien abrió esa puerta y era tiempo de correr. 
Correr y buscar la puerta correcta, recuerdo abrir más de una decena. 
En cada una siempre había peligros y una mujer diciéndome justo lo que tenía que hacer.

La primera me decía como debía vestir, y despreciaba los encajes transparentes que estaban sobre mis senos, otra más al entrar me dijo que tenía que cantar cada vez que un hombre llegará al clímax, y otra me puso en la mano un labial del rojo más intenso que he visto y dijo si quieres tenerlo en tu boca, no hay opción debes usarlo. Nunca pongas tu deber de mujer antes del disfrute.

No tengo que decirles todas las demás puertas ¿verdad? Entienden que son la razón de mi ropa sensual, de mi complacencia con el sexo oral, la búsqueda del perfume correcto, mis depilaciones y demás producciones que tanto les gustan.

 Aún así la peor de todas era la "fidelidad", ¿Cómo esperaban que me quedará ahí sentada viendo películas de amor romántico una y otra vez?, es enserio, ¿Qué caso tiene estar atada a un solo hombre?, cuando puedes conocer a todo el mundo. 

Ella, la mujer, repetía  "son de quien las compre"

En algún momento empecé a abrir puertas sin parar, en algunas había lobos, tigres, cocodrilos y leones pero de todas salía corriendo. 
¡Perdón! no tenía el valor de dejar una nota póstuma, solo quería seguir.

 En una de ellas encontré mi pasión, saben lo que es abrir una puerta y mirar un BMW Coupé Rojo completamente impecable, no pude resistirme, lo mire y solo podía pensar en subirme en él. Es que su piel era tan tersa, cuando lo descubrí abrí su puerta y pude oler a kilómetros el placer que me provocaría.

 Cuando lo monte, mi listón del cabello cayo y se movió conforme agite el cuello, la frescura de su aire acondicionado toco cada célula de mi cuerpo, no importaba que al final no recordará donde había dejado mi ropa interior. 
Tome el volante con su típico logo en el centro, no pude más que sentir que me encontraba haciendo lo que más amaba, correr, pero ahora era de verdad.

 No pense dos veces, poco me valió el piso perfectamente pulido al negro obsidiana y los indicadores de exhibición,lo encendí. 
No pregunten como salí de la sala de exhibición, solo lo hice, con el motor a máxima velocidad. Estaba desesperada por llegar al máximo. 

Reconocen esa sensación de dejar la cabeza hacia atrás mientras puedes sentir la velocidad en tus venas, es indescriptible. Yo solo pensaba en empujar más duro mis pies contra sus hombros para que eso no parará.  Una y otra vez mis ojos abrian y cerraban, juro que intenté controlarme, sabía que eventualmente terminaría matándome.

"Pero no fue así, me encontré en una pista de carreras  donde el primer puesto lo tenía yo"

No sé en que momento de la carrera mi vestido desapareció para convertirse en otro más pequeño color negro (como mi conciencia), mis ojos canela tenían ese brillo que amo tanto cuando consigo lo que quiero.

  Y escuche en un altavoz decir !Al César, lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios!

Jamás había entendido cuanto sentido tenía esa frase... lo que acababa de ocurrir no tenía precedente, una mujer ganando ese lugar, además cuasi desnuda, sin cumplir estándares de pilotos de carreras, era prácticamente imposible que me entregarán el reconocimiento frente a todos.

  Cuál es mi sorpresa, que al bajar de mi amado y exclusivo, volví a mirarme en el espejo,  esta vez sí me reconocía. 

Subí la escalinata para salir del circuito cuando me interceptaron para reclamarme la osadía varios hombres, y entre ellos la vi. 

Era tan perfecta, su cabello color cereza, su piel llena de pecas como siempre he amado, y estaba ahí con un vestido blanco como su alma, mirándome fijamente como yo mire alguna vez a ese hombre. 

Así que apretó sus labios, hizo una sonrisa tímida para después acercarse y decir, ¡es mi pareja, puede hacerlo!

 No puedo describir la tranquilidad que me dio sentirla a mi lado, para la sociedad completa no era suficiente y comenzaron a preguntarnos montones de tonterías, los reflectores estaban sobre nosotras. A mi poco me importo, solo podía pensar en tenerla desnuda a mi lado y mirar sus ojos volverse blancos mientras le decía ¡te amo!


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