ALAS SEXUALES

 Ayer pensaba sobre las cosas que he aprendido con los años, y me di cuenta de que mis "alas sexuales" crecieron tanto como mi imaginación se permitió aterrizar.

Estos últimos meses me mantuve alejada de los medios, por que me he sentido bastante complicada con todo esto de la pandemia y la nueva normalidad. La nueva normalidad que de normal no tiene nada y de nueva solo el nombre, no puedo explicarme las sensaciones que he visto representar a los especímenes que se me acercan sexualmente.



 ¿Cómo pueden afirmar que es demasiado interesante mi mente, mis ideas, mis deseos y mi lenguaje? es tan soberbio como saber que mientras yo cuento el número de letras con las que juego a construir párrafos y métricas, ustedes pueden sentir mi piel con todas sus marcas, que la humedad de la que hablo se magnifica en sus miembros o que he sido blanco de dedicatorias masivas y frecuentes, justo de esos blancos que pueden desechar.

Pero mentiría, si negará que cuando leo sus comentarios y mensajes de admiración o la simple frase que es común en todos los seguidores "Me gustaría ser parte de tus historias" genera en mi rostro una sonrisa llena de complicidad. Como si supiera que son entes prohibidos que podrían querer tenerme en su colección, y la verdad es que amo coleccionar.

No sé que fue lo que me motivo a alejarme, si descubrir que el origen de este blog era puramente el beneplácito de mi ultimo amor o el haber extraviado mi maletín especial con todos mis juguetes y ayuditas que había aprendido a disfrutar. Si, fue el sentirme maniatada en el placer.

Por un lado, el sexo casual se volvió monótono, aburrido, no había cosa que no hubiera intentado. Y no estaba lista para cruzar esa línea con quien decidí no tener limites, por que mientras el me deseaba lo suficiente para entregarme en breves instantes su máxima excitación, su deseo, su delicadeza y rudeza mezcladas; yo solo pensaba en que no podría sustituir esa piel pálida, los ojos color avellana que me miran fijamente y sin decir palabras me gritan "soy tuyo" en mi mente cada que por alguna razón existe una respiración extraña cerca de mi. Justo como me vaticinó hace dos años, si hay manera de no querer estar con alguien más, no sentirse entero, no estar dispuesta a dar. 

Después de breves espacios, en los que intento tener una razón para sentir placer y olvidar que me autonombre suya, decido llorar y recordar que hace no mucho le dije -No more-.

La piedad que me gustaría encontrar es odiar sin medida su maldita indiferencia, tener clara que mi experiencia ya me enseño a no querer lo prohibido. La cuestión es que sus manos dentro de las mías, su pecho debajo de mis senos mientras yo dirigía mis caderas en un vaivén controlado, y su mirada que parecía arrancarme más que la ropa, el alma. Reconocer que no he vuelto a sentir que salgo de mi cuerpo y me hago una solo con su energía, es brutal. Nuestras vidas, nuestras pieles, nuestro aliento hiperventilado después de horas de pertenencia, de calor sorprendentemente lavador de ausencias.

Ese que era sexo casual, que jamás se juro como amor. Que no termino, por que jamás empezó. Mi cuerpo desea su cuerpo, su pecho, sus besos, su piel, sus dedos, su voz, y sus errores que solo me hacían sonreír en el sexo. Su deseo desmedido que solo he visto en una persona, frente al espejo.

¡Que deseo tengo de cerrar estos momentos de inspiración!, donde las ideas queden desiertas y no pueda imaginarle en mi mente desnudo, erecto, muerto de terror por implicarlo en tríos o en mis deseos más alocados cuando el que conquistaba se volvió el conquistado.

 Soy justo la versión femenina de su perfil de "soltero" que mira las oportunidades de no atarse, de no amar, de amores pasados que deben olvidarse, donde fui la ilusión de una mujer que guía, donde conformarse no es opción. Si lo que uno desea se pudiera alcanzar, estaría en mi cama cada noche creando las historias que quedarían para la posteridad tal como si formarán un ego magnánimo.  Aun así, lo único que veo es que como lo dijo hace unos meses -pertenece a muchas cada que decide, pero ninguno lo lleva como yo- si el supiera que en realidad es mutuo. 

Esa belleza pálida que se esconde bajo una caparazón de indiferencia, frivolidad y distancia se encuentra mi contraparte delicada que suplica estos momentos de atención donde le extraño y vivo deseando haber disfrutado de su miembro. Mientras ustedes tocan el suyo, justo ahora y me ayudan a llamar con el deseo desenfrenado a su mente. Pensando que todos seríamos extremadamente felices si cada noche viviéramos una historia de sexo del bueno, completo, sin medidas, sin ataduras, con tantas personas, tan libres, tan sensuales A cuantos no les gustaría saber ¿por que me llamó Puta? Y me repitió al cansancio que era una diosa, una perfecta ama de su pene. 

Y es que es verdad, eyacula con tan solo sentir mis ojos en el.. A estas alturas, nos pensé en un magnifico salón de baile, con música de jazz tocada por una excelsa orquesta que solo acompañaría la extraordinaria comparsa de sus manos sobre mi piel y mi boca saboreando su deliciosa y linda piel. A esta historia hoy ya no le tengo miedo, pero tampoco fe.

De las alas, el se encuentra volando, lejos, muy lejos y libre. Las de él, jamás desearía cortarlas. En todo caso diría, volemos juntos.





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