LACTANTE

 Al más puro estilo de lo que llamamos destino, los lazos invisibles que genera el sexo se convierten con frecuencia en deudas de expectativas que tenias contigo. Pero que en realidad ya no existen. La pregunta es...Dónde comienza el balance?

Con frecuencia me preguntan, Que parte de los relatos es fantasía? Hasta o desde donde son realidad. Y como eterna grabación contesto: un escritor jamás revelará sus fuentes.

Sin embargo, los pocos que me conocen en el cuerpo físico pueden deducir cuáles descripciones se refieren a mi persona y que ejemplares coprotagonistas descritos fueron reales.   

Estos últimos meses he recibido correos preguntándome lo mismo con diferentes palabras; pero como no tengo tiempo de responder individualmente a cada uno y tengo límites inamovibles que no me permitirán compartir información muy personal sobre mi, les hablaré de algunos de los fetiches que he observado.

Cuando era relativamente la mitad de joven que ahora, empecé a explorar lo que significaba el fetichismo. Leí algunos libros y mire algo de porno con mis amigos de la universidad, esas charlas sobre la magnificencia del sexo rudo y ahora comprendo irreal nos explotaban el cerebro pensando que teníamos que tener más recursos para comprar y preparar el encuentro sexual..ahora se que jamás fue necesario. A esa edad descubrí que tengo una cantidad grosera de fetiches alrededor de los senos y los pezones, por lo que no se me hace raro que en mis textos siempre describa a detalle las aureolas, sus colores, sus texturas o humedad. 

Fantasíaba desde adolescente con las manos de alguien más rozar los míos con delicadeza, atraparlos entres sus dedos, lubricarlos con aceites o bálsamos brillantes, retratarlos bajo una lente, medirlos al crecer, pesarnos en mis manos, hasta me creí esa frase que versa "el tamaño de los senos de una mujer debe ser el mismo de la palma del hombre que esté con ella; así el sexo será pleno. Pues ese hombre podrá tomarlos y jugarlos sin lastimar". No diré nada respecto a eso. Solo como descubrí que eso no era cierto.

Voy a saltarme mucha historia para llevarlos al momento que desearía repetir en secuencia infinita, cuando experimente ver a mis senos reventando de leche materna, hiper sensibles y adoloridos pero irremediablemente sexuales. Es que mirarme desnuda con la asimetría de su proporción con mi cuerpo era hiper sexual, sentía que la plenitud de mis tejidos había llegado al climax, pero no, cada día eran más grandes, más duros, más calientes, más deliciosos. Así que con más calma que nada los lubricaba para evitar resequedad por su tan fructífera producción láctea.

Basta solamente dejar que rebotaran un poco, o quitarle los protectores mamarios para impregnar media habitación de la corriente incontenible de leche que se derramaba por mis pezones firmes y erectos..aún así por azahares del destino no pude amamantar a mis hijos. 

Entonces me quedé un poco frustrada de no poder sentir la boca de alguien más chupando y saboreando semejante elixir y digo de alguien más por qué no resistí mamarme a mi misma esos perfectos senos y descubrir lo deliciosos y nutritivos que eran.

Siempre he estado rodeada de amores imposibles, de esos que no se dan por qué sabes que su toxicidad podría ser al nivel de guerras o persecuciones mundiales. Así que, encontrar algún candidato a esos visibles y adoloridos senos no fue difícil. Hace poco conversando el susodicho me recordó la frase con la que desperte sus deseos sexuales reprimidos, es decir, me lo estrene. 

Podrían imaginar esta cara tan dulce pronunciar las palabras "estoy sola, necesito amor y cuidado. Deberías darme algo de eso (tocando su pene por encima de la ropa)" de verdad es cierto que soy manipuladora y ambiciosa cuando se trata de conseguir lo que deseo. 

Los detalles de la proposición se reducen a "cubrir" mis poco escondibles tetas talla 32DD que a menudo no tenían un sostén adecuado y dejaban a la vista media silueta. Y es que en esa época de mi vida tuve las tetas tal como las deseaba siempre, pezones altos, forma de gota, inflamados y duros, explotando de leche materna; pero también fue el año más difícil de mi vida amorosa. Nadie pero absolutamente nadie veía a los ojos (y eso que más de uno ha mencionado lo hechizante de su color y su mirada) parecían haber desaparecido en la inmensidad del sostén. Seguido la espalda parecia una lápida pesandome, así que mis sueños de rebotarlos al coger estaban frustrados. 

Sentía las miradas de hombres y mujeres en cada lugar que iba, fui blanco de rosones involuntarios contra sus manos o sus penes en el transporte público. 

Pero ese día, ese día escondía la mitad de las esferas bajo una blusa rosa mexicano que no dejaba nada a la imaginación, había estado provocando esos labios por más de dos meses, y lo había descubierto a el, mi entonces mejor amigo mirándolos en clase.

Así que esa tarde de verano, implemente el plan de juegos más amigable de mi vida. Recuerdo haberlo citado sin previo aviso y recuerdo que el pretexto fue que me prestará un libro que yo no tenía y créanme no estaba interesada en leer (cosa muy rara). La posesión ni siquiera era de el, pero se sabía que la plenitud de nuestro sexo venía en camino. Tarde que temprano los besos en los labios terminarían calentando más el deseo, y supongo que mirar la manera en que apretaba el libro de aproximadamente kilo y medio de peso contra mis senos hasta dejarlos salir del sostén fue uno de los incentivos para regalarme su castidad.

Ya no puedo recordar si tenía una paleta en la boca o solo jugaba con mi lengua mientras el observaba hipnotizado. Solo recuerdo haber dicho la frase y verlo con desesperación y enorme nerviosismo buscar un lugar, comprar un trío de condones y temblar de emoción, pienso. Mientras entramos al recinto sus ojos me miraban como si fuera el trofeo más grande que hubiese ganado y a la vez la experiencia más desafiante que le habían impuesto. 

Vayamos allá, la habitación disponía de una cama matrimonial, espejos, y sinceramente es de esas veces que no recuerdo más detalles porque mis ojos y mi piel solo estaban una cosa. Sentirlo y mirarlo desnudo. 

Recuerdo que le costó trabajo soltarse, me miraba con asombro (como quisiera saber lo que pasaba por su mente) los besos subían la intensidad de nuestro sexo y a la vez nos hacían sentir más miedo de involucrarnos más. Y es que nos mirábamos con iguales, no complementarios. Sabíamos que no había amor pero si un deseo desmedido de posesión absoluta. Y al final me compro el título de la primera en su lista.

Después de unos mimitos e intentos de relajación ante lo exigente del momento, decidí darle besos en el cuello y despertar su instinto de conservación de la especie, sin embargo al momento que despeje mis senos de aquel sostén incómodo y enorme que detenía 846 g equiparados en ambos senos (por qué créanme los llegué a medir) sentí que mi pecho podía sentirse libre, y mientras sus pupilas se dilataban y su pene se engrosaba y se dirigía hacia el sol; mis senos sacaron una chorro incontrolable de leche hacia cualquier lado dejando en su rostro y sus manos una vertiente tibia y de color blanquisco imposible de detener. 

Recuerdo que con voz baja y tartamuda pronunció la pregunta -te duelen cuando sale la leche? Y yo sin dudarlo conteste -me duelen más cuando están duros y nadie la come- así que sentí sus labios en mi boca impregnandola del tipo de besos que le das a alguien con quién.deseabas por mucho tiempo fusionarte. Sus manos se posaron sobre cada uno de mis senos y estaban cada vez más mojadas, aún cuando las ponía sobre los pezones tratando de evitar el flujo tibio y líquido del alimento, era imposible detenerlo. En segundos llegaron los chorros a su pene y el me penetro tan húmedo que no supe si era su lubricante o parte de mi lactancia.

Arremetió sobre mi tan duro como le fue posible pues el tamaño de los senos no le permitía acercarse más a mi cintura ni a mi pelvis sin tener que apretarnos contra su pecho fuertemente. Por unos minutos lo sentí estar en trance y de pronto bajo a saludar mi vulva y me regaló el sexo oral más delicado que alguien me ha hecho, la verdad es que creo que el sabor de mi vagina le encantaba, o eran las gotas de leche materna lo que hacía que el tiempo de exposición fuera más largo. De reojo lo miraba dar lenguetazos a la leche que había quedado en mi piel. 

Así que ni tarda ni perezosa lo lleve hacia mi seno derecho coloque con delicadeza sus labios rodeando mi pezón y viola!!!! Fue la primera vez que alimente a un humano. Que creaciones extrañas nos regala la naturaleza, por qué no recuerdo que hiciera algún gesto desagradable mientras succionaba, es más supongo que lo disfrutaba así que solo lleve mis manos hacia su espalda, lo abrace y dejé que llenará su espíritualidad con la pureza de mi leche. Y de vez en vez besaba su frente como protegiéndolo, será.que en el fondo era mi instinto maternal.

Y yo disfrutaba del placer indescriptible de que me mamara los pezones, es diferente a solo sentir chupetes o besitos, es más intenso, eso se siente hasta el clítoris, era como si mi matriz fuera la productora de vida y el sacará este elixir de mi pelvis hasta mi pezón..además siempre hay algo en las texturas que inflama mi deseo, que explota mis orgasmos.

Mi piel estaba cada vez más cálida, cada vez más radiante, necesitaba nutrir otro cuerpo. El simple hecho de producir tales cantidades fuera de las normales y no poder amamantar a una cría era doloroso, estresante, insufrible y anormal. Que más daba si era amoral, y que importaba si el recipiente eran sus manos, sus dedos o su boca, estaba ayudándole a mi cuerpo a descansar del dolor de la sobreproducción. Mis pezones duros e hinchados cada vez que paraba para respirar o tragar más chorros buscaban con desatino su lengua ansiando llenarla y chorrear su boca con una finalidad, hacerlo adicto a mi.

A mi vagina, a mis tetas, a mi leche, a mi sabor, calor, aroma, a mi sexo. Por qué esa tarde lo ví loco de deseo, y amaría estar sintiendo su boca cálida y húmeda encerrando mis pezones entre su lengua y atragantando mi líquido, consumiendo mi naturaleza, y por otro lado anhelo que ahora el me cubra de su semen así como yo en aquel entonces lo deje goteando y escurriendo de leche por todas partes. 

He vuelto a experimentar el amamantar con leche a más de uno (luego les contaré por qué tengo esa habilidad) ya fuese mientras follabamos, en cama cuando hace frío, mirando una película o cuando algún amante necesita cariñitos. Sin embargo, jamás fue lo mismo que en un inicio.  

Es que el no chupaba, el succionaba, sorbia, lactaba de mi, se alimento de mi en más de una ocasión. Había escuchado esa frase de acabarse de criar, pero no estaba consiente de que era real. Le di vida, seguridad, inmunidad a las enfermedades.

En plena pandemia  me hace plantearme la idea de volver a alimentar mas de uno,  quiero que me chupen, me mamen, me coman, me succionen. 

Pienso también que me encantaría probar la leche de otra mujer, sacar la leche de otra mujer ya es por demás excitante..es más bien complementante.

 Y si alguien me prestará a su mujer lactante y mientras me penetrara?? Mmmm sería excitante.. será parte de las expectativas que me puse. A cuántos les gustaría coger y comer a dos mujeres lactando, y alimentarlas con su semen?








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